Plantar más árboles, la solución #1 natural para frenar el cambio climático

Plantar más árboles, es lo que necesita la ciudad para ser más sustentable. Además de los esfuerzos económicos para desarrollar energías alternativas, la reforestación es un aliado clave en la reducción de las emisiones de carbono.

El impacto de la actividad del hombre genera la cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero.

A dos años del Objetivo Acuerdo de París, el mundo está en carrera para crear un futuro bajo en emisiones de carbono, que según la Organización Meteorológica Mundial están en su punto más alto en 800,000 años.

Los bosques urbanos pueden tener un impacto positivo en las ciudades y, especialmente, en su población. Pueden contribuir a la salud física y mental de las personas creando espacios para la actividad física y amortiguando el estrés. 

Además, los árboles pueden mejorar la calidad del aire, eliminando contaminantes nocivos, así como reducir el ruido. Desde un punto de vista social, los bosques urbanos pueden apoyar los medios de vida locales, mejorar la cohesión comunitaria, aumentar la seguridad alimentaria de las comunidades marginadas, promover la conexión de los residentes urbanos con la naturaleza y mejorar la equidad. Por ejemplo, pequeñas áreas de terreno reutilizadas en parques pequeños con árboles y asientos pueden convertirse en espacios para la interacción social.

Plantar árboles en zonas urbanas abona grandes beneficios a mediano y largo plazo. Por otro lado, los bosques urbanos también pueden ser beneficiosos para el ecosistema urbano.

En particular, pueden mitigar el efecto isla de calor, mejorar la infraestructura hídrica, interceptar las precipitaciones y la escorrentía superficial para reducir la erosión y la sedimentación, mejorar la producción agrícola en zonas urbanas y periurbanas y aumentar el valor de las propiedades. 

Los bosques urbanos pueden incluso mejorar el tráfico y reducir la velocidad de los conductores si los árboles se incorporan adecuadamente a lo largo de las calles. En este sentido, los árboles pueden tener un papel importante en una política de “calles completas”. 

Las “calles completas” son una política de transporte y un enfoque de diseño que requiere que las calles se planifiquen y diseñen para permitir viajes seguros, convenientes y confortables. Los bosques urbanos pueden ayudar a lograr estos objetivos al reducir la temperatura del aire, proporcionar sombra y, en algunos casos, proteger a los viajeros de peligros ambientales y de seguridad, como la contaminación. Algunas ciudades ya han comenzado a implementar el uso de árboles de forma estratégica. 

Por ejemplo, la ciudad de Medellín en Colombia ha obtenido resultados positivos con la adopción de este tipo de políticas. Pudieron lograr una disminución de la temperatura de los corredores de 2 a 3°C , mejorando los viajes diarios de 1 millón de personas.

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Todos los países tienen que aumentar sus esfuerzos para plantar más árboles

La introducción de un nuevo impuesto a los combustibles fósiles vinculados a la emisión de dióxido de carbono en el paquete de reformas tributarias enviadas al Congreso es un paso importante para internalizar el costo de carbono en el mercado e incentivar la innovación en economías limpias.

Paralelamente al proceso de transformación económica que debe acelerarse a través de medidas e incentivos como los mencionados, que ayuden a internalizar el impacto negativo de las emisiones de CO2 y gases de invernadero, existen alternativas inmensamente eficientes tanto para reducir las emisiones de carbono como para absorber el carbono de la atmósfera.

Bondades del buen manejo de tierras

De acuerdo con un estudio publicado recientemente en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, un mejor manejo de tierras podría jugar un papel mucho más importante de lo previsto anteriormente en la reducción y el almacenamiento de las emisiones de gases de efecto invernadero, tanto en los bosques como en las tierras de cultivo, los pastizales y los humedales.

Este estudio, conducido por científicos de The Nature Conservancy (TNC) y otras 15 instituciones, cubre 20 soluciones naturales para encarar el problema que acarrea el cambio climático. Teniendo en cuenta las restricciones de costos, el trabajo concluye que las soluciones naturales para el cambio climático podrían reducir las emisiones en 11.300 millones de tonladas por año para 2030.

Es el equivalente a parar la quema de petróleo y a ofrecer el 37% de las reducciones de emisiones necesarias para mantener el calentamiento global por debajo de los dos grados Celsius para 2030, como fue ratificado como objetivo por las partes en el Acuerdo de París.

La solución natural contra el cambio climático: plantar más árboles

La principal solución natural del cambio climático: más árboles. Según la FAO, 3900 millones de hectáreas o el 30,6% del total de la tierra son bosques.

Los investigadores hallaron que los árboles tienen el mayor potencial para reducir las emisiones de carbono a un costo eficiente.

Esto se debe a que absorben dióxido de carbono cuando crecen, eliminándolo de la atmósfera.

Plantar mar árboles por un futuro sostenible

Los resultados del estudio indican que, para 2030, las tres grandes opciones para aumentar el número y el tamaño de los árboles (reforestar, evitar la pérdida de bosques y mejorar las prácticas forestales) podrían eliminar de forma económica 7000 millones de toneladas de dióxido de carbono anualmente, lo que equivale a sacar de circulación 1500 millones de autos a gasolina.

Restaurar los bosques en tierras que anteriormente habían sido boscosas y evitar pérdidas adicionales de bosques en el mundo son las dos oportunidades principales.

El éxito depende en gran medida del uso de mejores prácticas forestales y agrícolas, en especial las que aseguran la protección de ecosistemas claves del alcance de la ganadería y la soja, destinando dichas actividades a zonas cuyo valor ecosistémico es menor.

Las mejoras en prácticas forestales de bosques existentes permite también producir más fibra de madera, a la vez que se almacena más carbono, se mantiene la biodiversidad y se ayuda a limpiar nuestro aire y nuestra agua.

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático 2017, llamada COP23, The Nature Conservancy(TNC) presentó este nuevo estudio científico y también modelos específicos para la reducción de emisiones en el corto plazo, tales como proyectos de reforestación, resiliencia costera, protección de cuencas en los ríos (fondos de agua), posturas regenerativas para evitar deforestación, etc.

El plantar más árboles es un tema de la agenda por la acción climática.

Consecuencias de la deforestación: conoce uno de los fenómenos que más afecta al cambio climático

¿Qué es la deforestación?

La deforestación se refiere a la disminución de las áreas forestales en todo el mundo que se pierden para otros usos, como tierras de cultivo agrícola, urbanización o actividades mineras. 

Muy acelerada por las actividades humanas desde 1960, la deforestación ha estado afectando negativamente los ecosistemas naturales, la biodiversidad y el clima. 
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación estima que la tasa anual de deforestación es de alrededor de 1,3 millones  de km  por década.

La gente ha estado deforestando la Tierra durante miles de años, principalmente para despejar tierras para cultivos o ganado. Aunque los bosques tropicales se limitan en gran medida a los países en desarrollo, no solo satisfacen las necesidades locales o nacionales; la globalización económica significa que las necesidades y los deseos de la población mundial también los están afectando. 

Las causas directas de la deforestación son la expansión agrícola, la extracción de madera (tala o cosecha de madera para combustible doméstico o carbón vegetal) y la expansión de la infraestructura, como la construcción de carreteras y la urbanización. Rara vez hay una sola causa directa para la deforestación. La mayoría de las veces, varios procesos funcionan de manera simultánea o secuencial para causar la deforestación.

La principal causa directa de la deforestación tropical es la conversión a tierras de cultivo y pastos, principalmente para la subsistencia, que consiste en cultivar o criar ganado para satisfacer las necesidades diarias. La conversión a tierras agrícolas generalmente resulta de múltiples factores directos. Por ejemplo, los países construyen carreteras en áreas remotas para mejorar el transporte terrestre de mercancías. 

El desarrollo de la carretera en sí causa una cantidad limitada de deforestación. Pero los caminos también brindan entrada a tierras que antes eran inaccesibles y, a menudo, no reclamadas. La tala, tanto legal como ilegal, a menudo sigue a la expansión de la carretera (y en algunos casos es la razón de la expansión de la carretera). Cuando los madereros han cosechado la valiosa madera de un área, siguen adelante. 

Los caminos y las áreas taladas se convierten en un imán para los colonos: agricultores y ganaderos que talan y queman el bosque restante para tierras de cultivo o pastos para ganado, completando la cadena de deforestación que comenzó con la construcción de carreteras. En otros casos, los bosques que han sido degradados por la tala se vuelven propensos a incendios y eventualmente son deforestados por repetidos incendios accidentales de fincas o pastizales adyacentes.

Causas de la deforestación en el mundo

Entender qué es este fenómeno es imprescindible si queremos buscar soluciones efectivas para frenar su avance. Si bien sus causas son por múltiples factores, tanto naturales como humanos, las consecuencias de la deforestación son irreversibles en el medio ambiente. A continuación, te presentamos algunas de las causas.

Factores naturales

Entre los factores naturales, se encuentran las enfermedades que contraen los árboles, los parásitos y los incendios forestales que, además de destruir los ecosistemas y la biodiversidad, liberan enormes cantidades de CO2 a la atmósfera.

De hecho, de acuerdo con datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), los incendios forestales en 2019 emitieron 7.800 millones de toneladas de CO2, el equivalente a 25 veces las emisiones anuales de España.

Factores humanos

Sin embargo, las acciones humanas, como la expansión descontrolada de la agricultura debido al aumento de población y la necesidad de obtener recursos, la construcción de infraestructuras, las actividades mineras o la urbanización, son las principales responsables de la deforestación en todo el mundo con la tala de árboles sin control. 

Consecuencias de la deforestación

La deforestación es uno de los grandes problemas medioambientales a los que se enfrenta el planeta en la actualidad y, por ello, es urgente tomar medidas que contribuyan a reducir el daño que ocasiona. Entre las principales consecuencias de la deforestación se encuentran: 

  • Inestabilidad económica y ambiental: los espacios naturales, como los bosques y las selvas, son fuentes directas de materias primas, combustible y componentes de medicamentos, por lo que, a largo plazo, la falta de estos recursos también puede conducir a una inestabilidad económica y ambiental.
  • La alteración del ciclo del agua: los bosques hacen que los suelos sean más ricos en materia orgánica y más resistentes a procesos como la erosión. Sin embargo, la tala de estas masas forestales afecta al ciclo del agua, el cual se desplaza a otras zonas con vegetación, y esto hace que los suelos se degraden y pierdan esa cobertura. 
  • La pérdida de la biodiversidad: la desaparición de grandes áreas forestales atenta de forma directa contra la vida de los seres vivos y de sus ecosistemas. En el planeta hay más de 7,7 millones de especies y más del 20% está en peligro de extinción, tal y como señala National Geographic.
  • El calentamiento global: es una de las principales consecuencias de la deforestación, dado que, sin árboles, el CO2 permanece en la atmósfera y se produce el conocido efecto invernader

El experto del programa de clima y energía de WWF España, Sergio Bonati, resalta en declaraciones a la prensa, la importancia de la subida de las temperaturas globales, ya que, a medida que crezca cada fracción, las consecuencias ambientales serán más graves. 

  • Desertificación o desertización del suelo: si se produce la subida de temperaturas y hay una escasez de agua a causa del talado indiscriminado de millones de árboles anualmente, las tierras fértiles pasan a convertirse en zonas desérticas.